sábado, 8 de noviembre de 2014

Los abuelos deberían ser eternos...

Como sabréis por el post anterior, la abuela Noli  se ha ido al cielo después de mucho sufrir y entregarse a los demás durante toda su vida.
Los abuelos son el tipo de familiar que está toda la vida contigo, que te ven crecer, y después de tus padres, son los que te conocen mejor. Por eso, cuando llega el momento de que tu abuela por fin descanse es extraño pensar que ya no está ahí, que no vas a verla cuando vayas de visita, y es inevitable pensar que nada va a ser igual.
Cuando nos lo dijeron era por la noche. En el instante de la noticia no reaccioné mal porque no me paré a pensarlo detenidamente, pero cuando pasó un ratito y le di vueltas y empecé a recordar momentos y a intentar ver como sería todo a partir de ahora, ahí es cuando te derrumbas un poco.
 Me parecía que como llevaba bastante tiempo sufriendo y desde hacía unas semanas se había complicado,  todos íbamos asumiéndolo, que todos deseábamos ya que descansara y que cualquier día podía pasar, pero claro, cuando llega ese día es un poco difícil simplemente pensar en el fin del dolo. La tristeza quieras o no aparece y aunque tu hayas estado asimilando que todo llega a su término y que es mejor así, lloras y se pasa mal y desgraciadamente ese rato no se puede pasar sin vivirlo y ya.



El día del funeral fue realmente precioso. Por la mañana, antes de la misa, fuimos a la casa de la abuela. Cuando entré me dio mucha pena porque  me recordaba a cuando ella lo tenía todo muy bien colocado y le gustaba tener todo limpio y bonito... Yo en principio no quería ir a verla en el velatorio, lo habían montado a deseo de mi abuelo en el salón grande, donde las cenas de navidad, porque me daba miedo el que me sorprendiera mucho el verla o que no me gustara nada ver a mi abuela en un ataúd. Sin embargo vi que todos mis primos y hermanos, hasta los pequeñitos de 2 y 3 años pasaban y entré yo también.
La sala estaba preciosa, el ataúd en medio y a rededor coronas de flores de un montón de gente, de un colegio, de los amigos de Santander, de amigos, y también una de parte de todos los nietos, entera blanca... No me dió miedo verla sino que me alegré porque se la veía incluso mejor de lo que estaba antes porque tenía cara de paz y tranquilidad, y más que muerta parecía dormida. Estuvimos todos una hora allí y fuimos a darle un beso uno a uno aunque casi todos acabamos dandole tres besos o acariciándole la mano... fue una hora increíble.
El resto del día fue extraño, la verdad, porque siempre nos hemos reunido en casa de los abuelos para celebrar algo y ese día tampoco apetecía mucho hacer lo mismo de siempre...
Después de lo que son el primer día y unas pocas horas más ya lo miré de otra forma. Me sigue dando pena pensar que no está por el hecho de que aunque antes no me recordase por su demencia senil, no supiese quien era y me dijera cosas como que porqué iba sin ropa cuando llevaba vestido o que tenía el pelo exageradamente largo cuando lo tenía un poco más largo que a la altura de los hombros,....  estaba allí y eran bonitos los momentos con ella...
Alivia y anima mucho pensar que no es un adiós, que la volveré a ver en el cielo y que ella ahora nos podrá cuidar a todos mejor. Y como me dijo el día del funeral Marisol, una de mis monitoras del grupo católico al que voy: 'Si se ha ido es porque aquí ya no tenía nada que hacer, sin embargo arriba necesitaban su ayuda.'

Carmen




jueves, 6 de noviembre de 2014

Querida Noli..



Querida Noli:
Hace apenas tres días te marchaste al cielo. Después de tres años de enfermedad y un final lleno de sufrimiento, descansas en los brazos del Señor.
Hay mucha gente que no te conocía, por eso te escribimos esta carta nosotros, los que sí te hemos conocido, tratado y querido muchísimo.
Naciste en el año 1930. Eras la segunda de cinco hermanos. Uno de tus hermanos murió con tan solo seis años, algo que , desgraciadamente, era muy común en esa época.
Tú querías ser maestra, pero la vida no te dejó... Con doce años, tuviste que dejar los estudios para cuidar a tu madre enferma, para hacer de ama de casa y de madre para tus hermanos.
Te casaste a los 25 años con el abuelo Justo, un agricultor entrañable del que hablaremos en alguna ocasión..
Cinco maravillosos hijos, todos varones, que te han querido tanto y te siguen queriendo.
Tuviste que cuidar no sólo de ellos, de la casa, las tareas del cole,... sino de tu suegra Carmen, enferma de parkinson y paralítica en silla de ruedas. Pero pasados unos años, Manola, una mujer que te ayudaba con Carmen, enfermó de cáncer, con lo que tus cuidados se multiplicaron para las dos                                         


                                                                    
Con esta intensidad de vida, tuviste aún la capacidad de desarrollar los dones y capacidades que Dios te había dado. Hiciste un curso en Madrid para aprender a tejer lana con una máquina. Qué maravilla de jerseys, patucos, toquillas,... nos has hecho a todas las nueras para tus nietos!! Los conservamos como verdaderas obras de arte...
Tejías jerseys para tus hijos y algunos los vendías para ayudar a la economía familiar. Menuda mujer emprendedora y valiente que has sido siempre, Noli !!
Yo te recuerdo especialmente cuando entraba en casa, en tu cocina: con tu mandil, ese olorcito a comida casera, esos guisos que quitaban el hipo,.... Cuando dormíamos allí , madrugabas para que tuviéramos churritos recién hechos.. Menudo lujo!!
Mis hijos no han probado unas croquetas y empanadillas como las tuyas, Noli... Las echamos de menos, la verdad. Tu bizcocho con azúcar glaseado con limón, tus magdalenas caseras,... es de las cosas más ricas que he probado nunca.


Tenías gran inquietud por estar al día de todo, de la actualidad, de leer ,.. A pesar de haber dejado los estudios, siempre tenías un libro en tus manos y cuando te hablábamos de algún libro que estábamos leyendo o habíamos leído buena crítica sobre él, enseguida tomabas nota e intentabas leerlo.


Este tiempo de prueba ha sido todo un regalo el poder cuidarte, en casa, en tu casa, con tus cosas,.. Te merecías recibir después de tanto dar. Todo un testimonio para mí, ha sido el de tus hijos: cómo te han cuidado, limpiado, dado de comer, ...esas caricias y besos llenos de ternura. Y tu querido Justo... qué testimonio tan real de "en la salud y en la enfermedad todos los días de mi vida..." Gracias, Justo, desde aquí: cuánto nos has enseñado a querer de veras en el matrimonio


El marte día 4, un día después de tu fallecimiento, tus 20 nietos (con edades entre 2 y 19 años), tus cinco hijos, tus cuatro nueras y tu querido Justo, estuvimos una hora de velatorio, en tu casa, alrededor de tí, rezando, contemplando tu pelo blanco y tu cara relajada por no sufrir ya.
¿Cómo se puede vivir esto, cómo es posible que 20 niños estén ante su abuela ausente , con dolor y pena, sí, pero con gozo de estar juntos, unidos y agradecidos? Pues es posible porque tú lo hiciste posible. Tu sencilla y fuerte fe, junto con la del abuelo, han hecho posible que todos podamos vivir estos momentos con paz y esperanza en que esta vida es un soplo y que tú nos esperas en el cielo para seguir disfrutando unos de otros


Querida Noli: damos gracias a Dios por lo que has sido para cada uno de nosotros y esperamos que muy prontito puedas estar en el abrazo eterno del Padre. Pronto estaremos todos contigo porque la vida es un suspiro, un paso ...