miércoles, 30 de diciembre de 2015

Termina un año.....

Cuando un  año finaliza y da paso a uno nuevo, es inevitable echar la vista atrás y rememorar el tiempo pasado. En un año ocurren muchas cosas, acontecimientos previstos y, muchos , imprevistos.
En nuestra casa ha habido muchos sucesos pero, algunos más importantes que otros. Uno de ellos, sin duda, es haber visto cómo nuestros hijos han crecido, madurado, por dentro y por fuera. Es una gran satisfacción, al menos para mí, ver  que tus hijos crecen según lo “estipulado”: pasan por la infancia, viven la pubertad, experimentan la adolescencia,…  Los pantalones les quedan cortos y apenas les duran dos meses los últimos que les compraste, esos zapatos tan bonitos ya no les valen porque el pie crece en un mes, sí en un mes ¡!! En fin, lo normal en todas las casas…
Ver a tus hijos sanos es motivo de agradecimiento pero, también, motivo para valorarlo y acordarse” muy mucho” de aquellos padres que sufren por ver a sus hijos enfermos. Cada día me acuerdo de ellos, para que puedan recibir mi oración y sean fuertes,… son padres ejemplares.
Pero los hijos crecen por dentro también. Ver que, poco a poco, saben tomar decisiones correctas, defienden causas nobles, actúan en conciencia y plantean en casa miles cuestiones que les inquietan y cuestionan y que les ayudan a tomar criterio personal... es un gran don.
Este año , además de todo esto, he recibido un gran regalo : he empezado a trabajar en un colegio, con chicos de 2º y 3º de la ESO. He estado varios años dando clases particulares a chicos de la ESO y Bachiller y  ha sido una experiencia muy bonita para mí porque me gusta dar clases y estas edades tan “especiales” son todo un reto para mí.
 Lo mío son las letras, la Lengua y la Literatura, una asignatura preciosa. Llevo tan solo tres meses en el cole, pero, desde luego, parece que llevo años por la intensidad de lo vivido..
Ser profesor es una de las vocaciones más bonitas que existen. Transmitir unos conocimientos, ayudar a tus alumnos a desarrollar unas capacidades intelectuales que les permitirán ser personas maduras y  les abrirán la mente a mundos maravillosos, … es, sin duda, una tarea apasionante.
Pero, por encima de todo ello, lo maravilloso para mí es el encuentro diario con mis alumnos. Soy consciente de que delante de mí tengo , no a un grupo, una masa de gente, sino, en mi caso, a treinta y cuatro alumnos, treinta y cuatro personas con todo lo que eso significa. No he perdido de vista ningún día aquello que leí de Xosé Manuel Domínguez Prieto en su libro “El profesor cristiano: identidad y misión” sobre la mirada al alumno: “ la forma adecuada de mirar a nuestros alumnos es con asombro ante el misterio que son, con admiración ante la maravilla que encierra cada una de sus personas”.
Cada uno es importante, cada uno es valioso y, en medio de su carácter,de sus problemas, su problemática familiar que  le influye poderosamente en su comportamiento, incluso, en el de la clase  y que, muchas veces, te impide desarrollar tu labor educativa,.. en medio de todo ello, lo valioso es esto: cada uno es importante, cada uno es único y me alegro de que cada uno exista.
Es una gran responsabilidad para mí todo esto, pero lo vivo con paz y alegría. No solo tengo la ayuda de Dios que me ilumina lo que debo decir o hacer en cada momento, sino que cuento con la ayuda de profesores que , en estos meses, me van enseñando esta preciosa labor. Gracias a cada uno desde aquí.
Termina un año y empieza otro. Lo que vaya a pasar a partir de aquí, sólo Dios lo sabe… Yo sólo sé que vivo agradecida por tanto y que espero estar a la altura de las circunstancias
Feliz año desde “Por la vida juntas”  a cada uno y gracias por seguir leyéndonos !!!

Cristina