lunes, 12 de marzo de 2018

El vecino de arriba

Mi residencia en Madrid pertenece a una orden religiosa, así que tenemos el regalazo de poder bajarnos a la capilla, rezar, saludar al Señor... Me encanta volver de la uni y, antes de ir al cuarto y ponerme a estudiar, pasarme un momento y hablar con Él. 
 El año pasado las hermanas habilitaron una habitación de la cuarta planta y la transformaron en oratorio para nosotras. Hace un par de semanas tuvimos un pequeño acto para trasladar el Santísimo y... ¡no sabéis lo bonito que fue!
Fuimos todas a la capilla, en la primera planta, e hicimos un momento de oración. Después acompañamos a la hermana, que llevaba el Santísimo, en procesión, mientras íbamos cantando con la guitarra. Tuvimos al final una última oración con el Señor ya en el oratorio y cuando acabó nos quedamos todas rezando en silencio. 
Fue un momento muy especial. El verme con las demás, todas frente al Sagrario, me hizo sentirme muy llena y agradecida por poder vivir en la resi... Y también por poder rezar con las hermanas y ver su alegría y dedicación.
¡Así que ahora se podría decir que Jesús es mi vecino de arriba! Todas estamos contentísimas de poder tener un lugar para nosotras, donde encontrarnos con Él y pasar momentos del día... Es un regalo terminar de estudiar y decir:«¡me voy a rezar!» y simplemente subir las escaleras. Saber que Cristo está en casa es una sensación preciosa, y da tanta paz ir a verle...❤



¡Un beso grande!

Carmen.